Los niños nos espejan, imitan nuestras actitudes. No lo
que decimos sino aquello que hacemos o sentimos, de lo cual muchas veces no
somos conscientes.
Sacan a la luz, nuestras intenciones más ocultas.
Nos ponen
en contacto con aquello que está enterrado en nuestro Ser y muchas veces quedó
guardado allí por dolor, por miedo o por miedo al dolor, dándonos la
oportunidad de sanar nuestras heridas y poner más luz a nuestra conciencia.
Es
una voz que nos trae un mensaje de nuestro interior, de nuestros ancestros, de
nuestra propia infancia.
Sandra Aisenberg
Viernes 7 de noviembre (de 17 a 20 h)
en Espai d' Ànima i Cor. Cabrera de Mar
en Espai d' Ànima i Cor. Cabrera de Mar
contacto: sandraaisenberg@gmail.com tel. 690 760 855
No hay comentarios:
Publicar un comentario